A vosotros,
que habéis caminado a mi lado
sin importar cuán negra era la senda,
que me habéis hecho un sitio
bajo el paraguas
cuando la lluvia era tanta,
que me atasteis los cordones
para intentar evitar que me siguiera cayendo…
A vosotros,
que no mirasteis la hora
cuando mi pena alcanzaba la madrugada,
que gritasteis un sí tan grande
cuando yo no era más que un no pequeñito,
que tenéis fe en mí
ahora que yo no la tengo…
A vosotros,
que me dais esperanza,
que me hacéis sentir que tanta lucha
merece la pena…
A vosotros,
os deseo que este año 2010
os traiga sonrisas y abrazos
y pasión y treguas
y viajes y cumbres
y amaneceres y vida,
sobretodo vida,
tanta,
como la que me habéis regalado
con vuestra sola presencia,
amigos.